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MUJERES AVENIR

Mujeres Avenir en colaboración con la Comisión Mujer y Diversidad del Club Financiero Génova analizan con las responsables del Diálogo Social las consecuencias para la mujer profesional de los ERTE y de nuevas normativas como la regulación del teletrabajo o los planes de igualdad.
La Asociación de amistad hispano-francesa Mujeres Avenir en colaboración con la Comisión Mujer y Diversidad del Club Financiero Génova trabajan día a día para que las desigualdades por razones de género presentes en nuestra sociedad desaparezcan. Tras la publicación por parte del Gobierno de España la normativa de regulación del teletrabajo y la futura aprobación de un Real Decreto que regulará la igualdad retributiva en todo el Estado; cuestión que está siguiendo el mismo proceso legislativo en Francia, la asociación ha organizado el acto “El Diálogo Social en España y en Francia: el trabajo a distancia, la suspensión de los contratos de trabajo y la igualdad retributiva”. Durante el acto se han puesto en relieve los cambios sociales que se darán a raíz de la aprobación de estas novedades legislativas que, aseguran desde la asociación, “tendrán un gran impacto social, en todo lo que se conoce como el mundo laboral, afectando tanto a los trabajadores, así como a los empresarios, en Francia y en España”.
María Luisa de Contes, Vicepresidenta del Club Financiero Génova y Presidenta de la Asociación de Amistad Hispano Francesa Mujeres Avenir, inauguró el acto recordando que el diálogo social ha avanzado gracias a las mujeres. “Somos nosotras las que sacamos lo mejor de cada situación, posibilitando que se hayan alcanzado acuerdos tan importantes en un momento tan grave para trabajadores y empresas. Salir de esta crisis va a requerir del éxito del dialogo social en España y Francia y seremos nuevamente las mujeres las que, si no hacemos nada, salgamos mal paradas de esta crisis”.
Mireille Jarry, Consejera de Asuntos Sociales en la Embajada de Francia en Madrid recordó que, en el aspecto del teletrabajo, el marco legal en Francia difiere mucho al español. País en el que “el empresario no tiene ninguna obligación de abonar los gastos originados por el teletrabajo y, hasta ahora, no ha sido un obstáculo para una práctica muy asentada en Francia”.
En lo relativo a los ERTE “en Francia el sistema es muy similar al de España, adaptado a la realidad durante los últimos meses, con una nueva norma que establece un sistema de actividad reducida a largo plazo, hasta dos años, por motivo de una crisis profunda como la que estamos viviendo, donde caben las ayudas por parte del gobierno, previamente acordadas entre la empresa y los sindicatos”.
Para Cristina Antoñanzas, Vicesecretaria General de UGT, “la mujer ha de defender que teletrabajar no es conciliar y, en una sociedad en la que todas entendemos que el empresario ha de pagar los medios materiales como el ordenador, el teléfono o la impresora, debemos avanzar en otros gastos derivados del trabajo como la luz, la calefacción, o internet, y que deberían de haber quedados registrados en la norma. El trabajador no debe incurrir nunca en gastos derivados de la actividad profesional”. “Si el Gobierno no apuesta por la igualdad de oportunidades, en todos los ámbitos de la sociedad, nunca conseguiremos alcanzar la igualdad real.” .
Para Olimpia del Águila, profesora titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Universidad Complutense de Madrid, y Secretaria de la Comisión de Igualdad y Diversidad de CEOE, “el teletrabajo no puede ser nunca una forma de conciliación, debemos trabajar por la corresponsabilidad y por otras herramientas que rompan todas las brechas de género”.
Para Elena Blasco, Secretaria confederal de Mujeres e Igualdad de CCOO, “la negociación colectiva ha tenido un papel protagonista en la realización del Real Decreto, dando respuesta a esa incertidumbre que se generó en la sociedad al confinar España, y manteniendo todos y cada uno de los derechos y obligaciones de la mujer trabajadora. No olvidemos que es un mundo creado por los hombres y para los hombres, que tradicionalmente nos ha obligado a volver las mujeres a casa y que sigue manteniendo importantes roles sexistas”.
“Para CCOO es fundamental identificar y dar visibilidad a las desigualdades que pueden existir en una empresa y para conseguirlo es fundamental la ley de transparencia salarial, que ha de valorar salarialmente de forma objetiva el puesto y no a la persona que va a realizar el trabajo”.
“Hoy la medida estrella son los ERTE, con sus deficiencias de cobro y de aplicación real, pero han permitido salvaguardar el empleo, los derechos de trabajadores y también de las empresas, y se han evitado muchos despidos y fuertes indemnizaciones a los empleados, que también habrían perjudicado a las empresas”.
Moderó el acto Laura Pérez, Asociada senior del área laboral de la firma Pérez-Llorca, entidad que es benefactora de Mujeres Avenir y resumió los puntos en los que se encuentran ambos países.
La trabajadora francesa no está igual de protegida en el teletrabajo que en España, pero aún debemos de seguir avanzando para que una mujer no tenga que repercutir nunca en sus gastos, aquellos que son propios de la actividad profesional, o incluso en el derecho a una desconexión real.
No hay que tener miedo a ser transparentes con la información retributiva. España debe seguir los pasos de Francia, obligando a las empresas francesas a publicar cada año un índice de igualdad, o a asumir importantes multas.
Este evento está organizado en colaboración con la Embajada de Francia en España.

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