Durante el acto celebrado este jueves 18 de noviembre, en el Club Financiero Génova, en colaboración con la Escuela Diplomática de España y con el patrocinio de DSH, se han hecho visibles aquellos aspectos de la violencia de género que permanecen en esa “sombra”, como es la violencia contra las mujeres indígenas, la violencia que se ejerce contra mujeres con discapacidad, o el uso del cuerpo de las mujeres como arma de guerra, sirviendo de reflexión e impulso sobre la necesidad de nuevas leyes y políticas específicas para abordar todos estos tipos de violencia.
En el debate han participado, Wendy Drukier, Embajadora de Canadá, Ana Helena Chacón Echevarría, Embajadora de la República de Costa Rica, Louise Nznga Ramazani, Embajadora de la República Democrática del Congo, y Samantha Cazebonne, Senadora de los Franceses del Exterior.
María Àngels García Vidal, Directora General para el Servicio Público del Ministerio de Justicia, dio la bienvenida a las invitadas al inicio del acto, resaltando la importancia de la “feminización de la justicia” y tras el estudio de 2021 de índice de igualdad europea “España ocupa el sexto lugar con mayores índices de igualdad entre hombres y mujeres en la Unión Europea, pero estamos lejos de la plena igualdad, y vemos intentos de retroceso en las políticas de visibilizar la violencia de género”.
La Cónsul General de Francia en España, Marie-Christine Lang y Vicepresidenta de honor de la Asociación Mujeres Avenir, destacó la prioridad para el Presidente de la República Francesa de combatir y eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, “que tuvieron un aumento dramático durante los años 2020 y 2021 a causa de la pandemia de COVID-19 y los períodos de confinamiento”. La Cónsul incidió en que “nos enfrentarnos a un retorno del conservadurismo en materia de derechos de las mujeres, por lo que debemos seguir movilizados, ahora más que nunca”.
Presentó el acto María Luisa de Contes d’Esgranges, Vicepresidenta del Club Financiero Génova, que recordó la campaña de concienciación de ONU MUJERES, y como la violencia contra las mujeres sigue constituyendo un atentado para los derechos humanos en todo el mundo; y las secuelas sociales y económicas de la pandemia han sumido a las mujeres y las niñas en la pobreza de manera desproporcionada, por lo que el riesgo de que sean objeto de violencia va en aumento; de hecho, este tipo de violencia se ha calificado como “una pandemia en la sombra”. Asimismo, ha incidido en el mensaje reciente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de la ONU «mientras no se invierta en igualdad de género, mientras la desigualdad de género continúe, los efectos del cambio climático en las mujeres de las zonas rurales, serán terribles, y causará la muerte de un mayor número de mujeres, que son más vulnerables que los hombres y tienen más probabilidades de morir a causa de los desastres naturales”.
Arrancó el debate Wendy Drukier, Embajadora de Canadá, quien recalcó la visión feminista de la política exterior del gobierno de Canadá «para tener una influencia positiva en la vida de las mujeres en el mundo” y expuso la realidad dentro del país “con un 25% de la población indígena Canadiense en pobreza, más del doble de la tasa nacional, y en mujeres y niñas llega el 4%, sufrieron el 28% de los homicidios perpetrados contra mujeres en 2019, tienen 12 veces más de probabilidades de desaparecer o ser asesinadas”
“Durante tres años se ha realizado un estudio en profundidad sobre mujeres y niñas indígenas desaparecidas y asesinadas, analizando un racismo sistémico dentro de las instituciones y se ha demostrado que las violaciones persistentes y deliberados de los derechos humanos sobre las mujeres y niñas eran la causa de fondo de esta violencia extrema sobre las mujeres y niñas, y el informe reúne 231 peticiones de justicia dirigidas a gobiernos, instituciones, y a todos los canadienses, un ambicioso proyecto de cambio de la sociedad Canadiense, reclama crear un tribunal de derechos humanos de los indígenas, fondos suficientes para programas de prevención y concienciación, campañas de educación en espacios remotos…”.
A continuación, intervino Ana Helena Chacón Echevarría, Embajadora de la República de Costa Rica en España, quien recordó que “el 60% de los discapacitados en Costa Rica son mujeres, muchas de ellas viven en condiciones de pobreza y sufren diferentes discriminaciones en su vida diaria. Las niñas y jóvenes Costarricenses con discapacidad han sufrido la esterilización forzada e involuntaria de manera regular, fomentada por sus familias para evitar embarazos no deseados, en unas mujeres desprotegidas que sufren tres veces más violaciones que el resto de mujeres”.
“El ciclo de violencia que viven las mujeres con una discapacidad es tremendo, en muchos casos les han quitado sus hijos, y están marcadas de por vida por sus discapacidades a la hora de buscar un empleo, aunque ya estén recuperadas, y con unas tasas de desempleo 27 puntos porcentuales superiores al resto de las mujeres”.
Del uso del cuerpo de la mujer como arma en un conflicto, ha centrado la intervención la Embajadora de la República Democrática del Congo en España, Louise Nznga Ramazani, que ha denunciado la importancia de combatir la violencia sexual como arma de guerra “una infame vulneración de derechos humanos, que vienen sufriendo especialmente las mujeres en situaciones de violencia, conflicto armado y postconflicto”.
“Las secuelas de la violencia sexual para mujeres y niñas como arma de guerra son devastadoras, además de los daños físicos y psicológicos, son rechazadas de sus comunidades, aumenta su pobreza y las mafias de trata y explotación las esclavizan. Estas mujeres y niñas sufren enfermedades de transmisión sexual y embarazos a causa de las violaciones sufridas, compartiendo sus futuros hijos este estigma social durante toda su vida”.
Samantha Cazebonne, Senadora de los Franceses del Exterior, ha recordado como “cada nuevo golpe a una mujer, a veces frente a sus hijos, cada palabra humillante, cada acto que la aísla y la debilita, es un golpe para toda la humanidad. Nuestro deber colectivo es no pasar más por alto esta violencia en silencio, atrevernos a apoyar a las víctimas, darles esperanza y dignidad”.
“El presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, ha hecho de la igualdad entre mujeres y hombres una de las grandes causas de su quinquenio, y desde 2017 se han implementado medidas ambiciosas, 46 incluidas 10 medidas de emergencia, y me enorgullece decirles que ya se han implementado todas”.
Ha moderado el acto Tada Bastida Eizaguirre, Coordinadora para la Violencia contra la Mujer en el Exterior, del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, ha recordado a las víctimas invisibles, muchas de ellas mujeres migrantes, “que representando un 10% de la población sufren el 33% de las víctimas mortales en España. Pero también ocurre con nuestras compatriotas fuera de nuestras fronteras, muchas a su regreso siguen siendo víctimas de un olvido legal”.