La Comisión Joven de la Asociación Mujeres Avenir ha abordado el papel de las mujeres jóvenes en el ámbito científico, tras haberse celebrado recientemente el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
El acto ha tenido lugar en el Club Financiero Génova, bajo el título “Poniendo en valor: el talento femenino en la Ciencia” y ha resaltado los factores que influyen para que continúe existiendo una marcada desigualdad de género en las carreras STEM.
Para ello, las organizadoras de la Comisión Joven de Mujeres Avenir han contado con cinco ponentes extraordinarias: María Blasco, directora del CNIO, quien ha abierto el acto; Maite Pérez Cidoncha, Doctora en Biología Molecular y autora del blog @eresciencia; Laura Bravo, Ingeniera Biomédica y estudiante de doctorado en la Universidad de Birmingham; y Celia González Sánchez, física y estudiante de doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid. Además, Zoe Seoane, CEO de ZoeTech y presidenta de #NoMoreMatildas ha asistido como moderadora.
La brecha STEM no está disminuyendo
Teresa Castillo, presidenta de la Comisión Joven de Mujeres Avenir, ha abierto el acto con una importante reflexión. Desde que se fundó la primera Universidad en España en 1212 en Salamanca, las mujeres han tenido que esperar 660 años para poder matricularse. Desde que Elena Maseras se convirtió en la primera universitaria en el país en 1872, el número ha ido creciendo exponencialmente, siendo ahora las mujeres el 58% de las personas matriculadas.
Parece lógico pensar entonces que es tan solo cuestión de tiempo que las mujeres aumenten su presencia en todas las disciplinas académicas y ámbitos profesionales. No obstante, y como Teresa ha recalcado, esto no está sucediendo, de forma especialmente evidente en las carreras STEM.
Menos del 4% de las niñas de 15 años quieren ser científicas, y menos de un 12% termina estudiando alguna carrera de este ámbito.
Estudios e informes llegan a la misma conclusión: los sesgos de género, construidos bajo estereotipos y prejuicios, siguen siendo la principal barrera para que aumente la presencia de la mujer en las disciplinas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. La imagen del sector continua muy masculinizada, impidiendo el importante papel de la mujer en el desarrollo tecnológico y económico de nuestras sociedades.
Durante el debate, las integrantes han puesto de manifiesto la necesidad de un cambio cultural, basado en una educación en valores, trabajar con las niñas y los niños desde la infancia, para generar un cambio cultural que rompa estereotipos en torno a la relación de las mujeres y las carreras STEM. A la par, han querido insistir en la problemática de la falta de referentes, que puede solventarse visibilizando el trabajo que ya están haciendo muchas mujeres en este campo. Todas concluyen que incluirlas en los libros académicos es un importante primer paso, muy relacionado con el primer apunte respecto a la necesidad de revisar nuestra educación.
Para terminar, se destacó también la escasez de mujeres científicas en puestos de toma de decisiones dentro del propio sector como otro de los principales problemas. La concesión de becas, puestos laborales, etc., de confianza todavía recae mayoritariamente en hombres, puesto que también son hombres quienes se encuentran en posición de elegir a las personas candidatas.
En definitiva, aun queda camino por recorrer, pero las jóvenes han logrado dejar claro con este debate que el talento femenino existe y es de gran importancia fomentarlo y quitarle las actuales barreras que enfrenta para avanzar hacia los objetivos de desarrollo sostenible marcados por la ONU.
María Luisa de Contes, presidenta de Mujeres Avenir, cerró la jornada haciendo hincapié en que las mujeres no están dispuestas a esperar 200 años a obtener el espacio por el que tanto trabajan. Recordó que ya hay medidas en otros países, como la Ley de Cuotas en Francia, que ya están obteniendo muy buenos resultados no solo en materia de igualdad, si no también a nivel económico y socioambiental. En su opinión, debemos insistir en la adoptación de leyes como esta, que garanticen la inclusión de las mujeres en los comités de dirección de todos los organismos científicos, económicos y políticos. Solo así llegaremos a una representación equilibrada. Para concluir, la presidenta de Mujeres Avenir señaló que el cambio generacional será también clave en la reducción de la brecha STEM.